Consecuencias del pensamiento subconsciente

La gente que no sabe que puede controlar su propio pensamiento deja que éstos tengan un completo poder sobre ellos.
Este tipo de personas no es pro-activa y por lo tanto su futuro no depende de ellos mismos sino de circunstancias externas que ocurren en sus vidas.

La mayoría de las veces, pensamos que las voces que oímos en nuestras cabezas siempre tienen razón, pero tales voces no son más que pensamientos condicionados (la mayoría causados por el hábito) que han sido dados por hecho desde hace mucho tiempo. Se han hecho cada vez más fuertes hasta que al fin te has identificado con ellos.

Los pensamientos no son más que opiniones y creencias formadas por ti o por alguna otra persona. Los pensamientos no son tú; deberías usarlos como herramienta para expresar tu verdadero ser, más que tomarlos como verdaderos.
Es muy útil formar buenos hábitos y grabarlos en el pensamiento subconsciente, pero sé consciente de que es mucho más fácil formar hábitos malos que buenos y es mucho más difícil deshacernos de ellos.

Si eres consciente del proceso del pensamiento y eres capaz de controlarlo, puedes conscientemente formar buenos hábitos. Estos poco a poco llegarán a ser subconscientes y traerán muchos beneficios a tu vida!

Tener objetivos claros

Hay un poder muy fuerte al tener un objetivo claro pues nuestra mente siempre trabaja hacia lo que más le prestas atención.

Digamos que no tienes metas claras y que te sientes bloqueado en circunstancias poco agradables. Siempre estás hablando sobre lo dura que es tu vida y dices que nada parece cambiar. Bueno, pues que sepas que haciendo esto, estás mandando instrucciones a tu mente subconsciente para que logre acaparar más situaciones desagradables.


Aunque no lo veas, tu vida siempre acaba reflejando lo que tienes en tu mente, así que si siempre albergas en tu mente el mismo tipo de pensamientos, tu vida siempre será la misma.
Es genial tener metas concretas porque sientes que te estás moviendo hacia algún buen propósito.

Cuando tienes una meta, todo empieza a cambiar. Te vuelves más productivo y un sinfín de ideas nuevas te llegarán para alcanzar tu meta. Una vez que lo estableces, empiezas a ser guiado internamente sobre cómo conseguirlo. Es como si una mano invisible te guiara…

Así que si sientes que no sabes a donde vas y caminas sin rumbo, párate a pensar en lo que quieres en la vida y márcate un objetivo claro; verás que pronto te llenarás de entusiasmo y confianza para lograrlo. Cuanto más pienses en el, más rápida tu vida empezará a cambiar.

Tu persistencia y atención constante te traerán sorprendentes resultados!